miércoles, 25 de agosto de 2010

Comparación de teorías sobre el lenguaje

Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas
Subprograma de Especialización en Lectura y Escritura
Curso: Adquisición y Desarrollo de la Lengua Materna

Elaborado Por:
Beatriz Brito
Cohorte: 2009-III

Caracas, junio de 2010

EL LENGUAJE

Los seres humanos como seres sociales tenemos la necesidad de comunicarnos, de expresarnos, de relacionarnos y contamos con una facultad para ello, el lenguaje. Esta facultad se vale “de un sistema formado por el conjunto de signos lingüísticos y sus relaciones” (Montoya, p.1); separa al hombre de los animales irracionales quienes se comunican por instinto y no utilizan la conciencia para tal fin. Cada persona está en constante actividad intelectual, realizando planteamiento y solución de tareas y el lenguaje funge como instrumento de dicha actividad, puesto que la misma implica entre otros puntos a considerar, la percepción de la situación, la memoria, el razonamiento e imaginación.

Existe diversidad de autores que se han dedicado a la investigación acerca del lenguaje u otras áreas que lo incluyen, han descrito cómo lo conciben, cómo se adquiere y desarrolla, entre otros aspectos de interés, Chomsky (1985) manifiesta que los estudios acerca de esta temática se han concebido como una investigación sobre la naturaleza del entendimiento bajo el supuesto de que “las lenguas son el mejor espejo de la mente humana” (p1.4). En esta oportunidad se hará referencia precisamente a lo ya puntualizado, además de estudiar alcances y limitaciones de lo planteado por autores como el anteriormente mencionado Chomsky, Piaget, y Vigotsky, así como la pertinencia de sus propuestas en la actualidad.

En un sentido amplio “se entiende por lenguaje al código emitido en un sistema convencional y arbitrario de signos hablados o escritos para expresar ideas sobre el mundo y comunicarlas a los demás” (Clemente, p.11). Tal definición muestra como por ser un sistema, constituye un todo organizado que contiene un conjunto de reglas. Se hace convencional al establecerse dentro de una u otra comunidad hablante, las personas comparten un mismo código y manera de expresarse permitiendo que se entiendan entre sí, y arbitraria porque dentro de cada comunidad se da un nombre a los objetos, es su creación.

En cuanto a la concepción de lenguaje que tienen los autores, Chomsky (1985) señala que este conocimiento lo conforma el estudio de la gramática generativa, la que “representó un desplazamiento del objeto en el enfoque de los problemas lingüísticos” (p.17) pues se desplaza los productos “de la conducta a los estados de la mente/cerebro que están dentro de la conducta… La gramática generativa trata la inteligencia del lector, los principios y procedimientos que le han llevado a un conocimiento de la lengua”. (p.20)

Estudia el lenguaje como proceso. El conocimiento del lenguaje está dado de manera innata, cada persona tiene todo un sistema almacenado en la mente, por decirlo de alguna manera, y el lenguaje resulta ser espejo de la mente humana, “producto de la inteligencia creada en cada individuo por operaciones que están fuera del alcance de la voluntad o la conciencia” (1979, p.13).
La lengua humana representa pues un sistema notablemente complejo, tiene una estructura, una organización, un uso.

Al igual que Chomsky, Piaget considera la mente en la formación del lenguaje, sin embargo se diferencia de la postura innatista porque incorpora el ambiente tomando en cuenta conocimientos previos, para este último el lenguaje es un esquema (“unidad cognitiva básica que surge como producto de una serie de acciones físicas y mentales” Barrera, 1991), y de manera más general lo concibe como toda representación, “aparece, junto con otras conductas simbólicas” (Peralbo, p.29), no solamente como el reflejo de la mente.

El lenguaje se hace posible en una construcción, por medio de la interacción, que al darse “entre un organismo y el medio ambiente conduce al establecimiento de una serie de estructuras cognitivas, a través de ciertas funciones invariables” (Barrera, p.81)

Vigotsky, por su parte, concibe el lenguaje como “un instrumento para influir en la conducta de los demás como de conocimiento sobre el mundo físico y social” (Peralbo, Gómez, Santórum y García, 1998) que tiene una función social que se manifiesta durante el primer año, en la que denomina etapa preintelectual; posteriormente el lenguaje sirve al intelecto y los pensamientos se expresan. Comparte con Piaget la interacción existente de la persona con el entorno para el desarrollo de esta facultad. El hombre nace con lenguaje y pensamiento, el lenguaje es preverbal y se intelectualiza y el pensamiento es preintelectual y se verbaliza.

En cuanto a cómo se adquiere y desarrolla el lenguaje los teóricos han planteado lo siguiente:

Chomsky señala que el lenguaje refleja lo que está en la mente y se hace posible porque se nace con él y es activado por estímulos. Los factores ambientales son necesarios pero no determinantes para su desarrollo, debe existir una maduración cerebral.

Existen unos datos lingüísticos primarios que son la exposición del pequeño al habla adulta, el dispositivo para la adquisición del lenguaje que activa mecanismos para que el niño procese los datos a los que está expuesto, los evalúe, deduzca de ellos “universales lingüísticos presentes en la lengua que está adquiriendo” y los datos de salida o habla del niño como resultado.

Piaget, por su parte, muestra un proceso de adquisición sobre el que se pudiera decir es más complejo y completo que el establecido por Chomsky quien parece no abarcar las edades tempranas de los infantes dado que destaca que debe haber una maduración cerebral a tal punto de abstracción para generalizar ciertas reglas, sus primeras manifestaciones parecieran no ser tomadas en cuenta.

En este proceso de desarrollo del lenguaje mostrado por Piaget la evolución está dada por etapas que son propiamente etapas del desarrollo cognoscitivo en las que establece además edades en las que aparecen, en primer lugar se encuentra la etapa sensoriomotriz que va de 0 a 2 años, la cual comienza tras un fase de balbuceo espontáneo y una fase de diferenciación de fonemas por imitación, se da la holofrase, es decir, frases u oraciones de una sola palabra con las que los niños de esta edad expresan sus emociones y deseos.

Al finalizar el segundo año hay expresiones de dos palabras, luego frases cortas completas “sin conjunciones ni declinaciones, y después una adquisición progresiva de estructuras gramaticales. La sintaxis de los niños de dos a cuatro años… no es otra cosa que una sintaxis y una semántica generalizada” (Piaget, p.s/n) en esto último coincide con la generalización de la cual hacía referencia Chomsky.

Se estaría en la etapa preoperacional (de los 2 a los 7 años), que a su vez se subdivide en preconceptual de los 2 a 4 años e intuitiva de los 4 a 7 años. En esta fase se está en presencia del lenguaje telegráfico y oraciones simples.

La tercera etapa son las operaciones concretas de 7 a 12 años, se conectan palabras y conocimiento, hay presencia de oraciones subordinadas, de relativo, los niños van de las acciones a las palabras.
Finalmente la cuarta etapa de operaciones formales a partir de los 12 años en la que se comprende la gramática y se llevan a cabo complejos procesos como argumentaciones, emisión de juicios de valor e hipótesis en torno a hechos o situaciones dadas.

Durante el desarrollo de esas etapas se produce el lenguaje egocéntrico, en el que el niño mantiene un diálogo consigo mismo, siente la necesidad de expresarse sin importar la interacción propiamente dicha con las personas que tiene a su alrededor; podría ubicarse desde la etapa sensoriomotriz hasta la primera parte de la etapa preoperacional, posterior a este se da el lenguaje socializado, en el que el resto de las personas cobran importancia para el niño, quien ya tiene la intención de comunicar sus pensamientos, de compartirlos con otros; este lenguaje puede darse desde la segunda parte de la etapa preoperacional hasta las operaciones concretas descritas anteriormente.

Vigotsky al igual que Piaget reconoce el balbuceo, los gritos y sus primeras palabras, las denomina las raíces preintelectuales del habla, señala dichas manifestaciones como formas predominantes de conducta. Se observan desde las primeras semanas de vida respuestas a la voz humana, produciéndose la primera reacción social durante el segundo mes. De igual forma “las risas, los sonidos inarticulados, los movimientos… constituyen medios de contacto social desde los primeros meses de vida del niño” (Vigotsky, p.71)
Así mismo, coinciden en que a la edad de dos años en ese intento de hablar se da cuenta de que cada cosa tiene un nombre, “el lenguaje comienza a servir al intelecto y los pensamientos comienzan a ser expresados” existe curiosidad del niño acerca de las palabras, hay un incremento en su vocabulario, maneja palabras que otros le dan a conocer y sustituye por personas, objetos o deseos. Luego siente la necesidad de palabras y trata de aprender los signos vinculados a los objetos a través de preguntas. “Parece haber descubierto la función simbólica de las palabras. El habla, que en su primer estadio era afectiva-conativa entra ahora en la fase intelectual.” (p.71) Lenguaje y pensamiento se han encontrado, en su desarrollo intelectual hay una etapa preligüística.

Se da un lenguaje interiorizado, Watson entre otros lo consideran el habla sin sonido, se podría equiparar al lenguaje egocéntrico descrito por Piaget, el habla egocéntrica es el habla interiorizada en sus funciones. Vigotsky, en este sentido, manifiesta que el lenguaje debería comprender etapas: el lenguaje externo; el lenguaje egocéntrico; el lenguaje interiorizado. De igual manera van de la mano el que el desarrollo del lenguaje sigue el mismo curso y leyes que todas las otras operaciones mentales. (p.75).

La primera es la fase primitiva o natural, que corresponde al lenguaje preintelectual y al pensamiento preverbal, es el nivel primitivo de comportamiento, donde hay una forma primaria de comunicación guiada por la emoción, la espontaneidad y lo no verbal, después sigue la etapa de la psicología simple, en la que el niño experimenta con su cuerpo, aplica la experiencia obtenida como primer ejercicio de su naciente inteligencia, aquí esta definido el desarrollo del lenguaje, hay un uso correcto de las formas y estructuras gramaticales. Prosigue un paso a una tercera etapa que se distingue por signos externos, se puede observar como el niño resuelve problemas internos con operaciones externas, se corresponde con la fase egocéntrica, puesto que existe un diálogo interno, un diálogo consigo mismo, en el que se plantea por ejemplo, soluciones ante determinadas situaciones y lo que el niño decide en ese diálogo, lo lleva a las acciones, las personas pueden ver esto último mas no pueden percibir ese mundo en la mente del infante.

Existe también una cuarta fase que denominan de crecimiento interno, la operación externa que realizaba anteriormente se convierte en interna, hay un uso de la memoria lógica, utiliza signos interiorizados. “En el desarrollo del habla ésta es la etapa final del lenguaje interiorizado, sin sonido” (Vigotsky, p.76)

Finalmente existe un lenguaje lírico, el cual es impulsado por la emoción.

Señala que los procesos intelectuales y los lingüísticos no están conectados, no se pueden igualar. Se ha demostrado que el pensamiento puede funcionar sin palabras y que no existe “correspondencia directa entre el lenguaje interiorizado y los movimientos de la lengua”. (p.76)

Ahora bien, hasta ahora se han expuesto algunas consideraciones de cada uno de los autores en cuanto a la adquisición y el desarrollo del lenguaje y al compararlos pudieran notarse diferencias y semejanzas en base algunos aspectos, del mismo modo pudieran establecerse limitaciones o alcances que presentan.

La propuesta de Chomsky aún cuando tiene su alcance al avanzar en las investigaciones lingüísticas y tomar en cuenta la mente, tiene su limitación en enfatizar sólo en el individuo para el desarrollo del lenguaje por su condición innata de los conocimientos. Su proceso de adquisición es simplista y prácticamente mágico, el niño trae consigo una capacidad lingüística, infiere la sintaxis por medio del estímulo apropiado (dado por el adulto) y la aplica, es decir, generaliza reglas que en ningún momento había aplicado antes.

Otra limitación puede ser la explicación del aprendizaje del lenguaje por imitación, pues de adquirirse únicamente de esta manera, este resultaría reducido en comparación con la rapidez y avances que los niños puedan llegar a alcanzar en cuanto a lenguaje se refiere y además al enfatizar en tal proceso de adquisición, se muestra poca preocupación por el proceso comunicativo, en el que además de emitir palabras que repite por un estímulo hay una intencionalidad que para nada viene dada en tal imitación.

Por su parte, al igual que la de Vigotsky, la propuesta de Piaget tiene aún más alcances que la anterior al tomar en cuenta dentro del desarrollo de ese lenguaje, la intención comunicativa, pues a diferencia de Chomsky quien plantea que el niño habla partiendo del estímulo que activa el conocimiento que trae consigo, Piaget y Vigotsky muestran cómo al aparecer la función simbólica y unirse pensamiento y lenguaje, el niño busca expresarse, se interesa por comunicarse. El adulto no es solo un estímulo, las personas que rodean al niño son esenciales para desarrollar su lenguaje.

Sin embargo se encuentra la siguiente limitación, Tommasselo citado por Peralbo y otros (1998), afirma que “ni Piaget, ni Vigotsky acabaron de comprender las bases sociales y cognitivas que permiten la aparición del lenguaje”. Pues dice que “más allá de sus propuestas se debe invocar una nueva capacidad: percibir a los adultos de forma que se pueda participar con ellos completamente en interacciones y rutinas culturales” (p.33). Sería ya pensar en la otra persona, no sólo como quien permite comunicarse, sino tomarla en cuenta como otra con intención de atender y comunicar, esto es el desarrollo de la capacidad cognitivo-social.

Aunque las propuestas tienen limitaciones se pudiera decir que son pertinentes en la actualidad en diferentes formas.

La de Chomsky permite y sirve como base al conocimiento de la lengua, y fue un aporte en su avance al considerar la mente dentro del desarrollo del lenguaje. El aprendizaje por imitación continúa presente en algunas de las prácticas pedagógicas de los docentes; existen libros para iniciar a los aprendices en lectura, en los que se logra el objetivo por la repetición de las sílabas.

La propuesta de Piaget al considerar lo sensorial como punto de partida en nuestro desarrollo cognitivo y entre este el lenguaje, sigue vigente aunque por los cambios sociales habría que redeterminar las edades, pero se siguen viendo las etapas que propuso desde la infancia.

Así mismo, la teoría de Vigotsky es pertinente dado que el lenguaje ciertamente cumple una función social, el comunicarse, y permite obtener conocimientos que además se posibilitan por un mediador dentro del proceso.

Es necesario hacer notar entonces, que todas y cada una de las teorías, postulados, planteamientos hechos por los autores, explican diversos aspectos sobre el lenguaje y su desarrollo en las distintas edades, cada una tiene sus particularidades y pareciera que evolucionara una en relación a las otras; para trabajar en el ámbito educativo resultaría mejor tener en cuenta y tomar de cada una lo que permita avanzar en ese proceso, en lugar de dejarla de lado, pues todas siguen vigentes y son útiles en tanto no se pierdan de vista las restricciones o señalamientos que no se adecuen al grupo de niños con los que se esté trabajando.

Para concluir se señala que cada teoría se suscribe dentro de una corriente definida que marca los planteamientos de cada investigación, Chomnsky en su enfoque innatista, Piaget en su orientación cognitiva dentro del enfoque constructivista al igual que Vigotsky, pero este último dentro de un constructivismo social.

REFERENCIAS

Barrera, L. y Fraca, L (1991) Psicolingüística y Desarrollo de Español. Monte Ávila Editores

Chomsky, N. (1979) Reflexiones Sobre El Lenguaje. Buenos Aires: Sudamericana

Chomsky, N. (1985) El Conocimiento del lenguaje: El Conocimiento del Lenguaje como Objeto de Investigación. Alianza Editorial. Versión española de Eduardo Bustos Guadaño

Clemente, R. (2000) Desarrollo del Lenguaje. Ediciones Octaedro

Montoya, V (2001) Lenguaje y Pensamiento. Sincronía Otoño. [Documento en línea] Disponible: http://sincronia.cuchsh.udg.mx/lengpens.htm [Consulta: 2006, Junio 18]

Peralbo, M., Gómez, B., Santórum, R., García, M. (1998) Desarrollo del Lenguaje y Cognición. Ediciones Pirámide

Piaget, J y Inhelder B. (1982) Psicología del niño. Madrid: Morata

Vigotsky, L. (1973) Pensamiento y Lenguaje. Buenos Aires: la Pléyade

lunes, 28 de diciembre de 2009

Propuesta didáctica

Esta propuesta didáctica busca favorecer la lengua como instrumento de información y conocimiento.

http://angelicasilvaq.googlepages.com/Beatrizproyectolisto4.pdf

jueves, 17 de diciembre de 2009

Argumentación desarrollada




Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas
Subprograma de Especialización en Lectura y Escritura
Curso: Fundamentos Pedagógicos de la Lectura y la Escritura
Profesora: Angélica Silva


BEATRIZ BRITO
COHORTE: 2009-III


Una reflexión acerca de la enseñanza y el aprendizaje de la lectura y la escritura en Preescolar
(Texto de opinión)

Cuando se pretende abordar la enseñanza y el aprendizaje de la lectura y escritura, necesariamente, debe reflexionarse acerca de lo que implican estos procesos, para poder idear la manera de lograrlos. Tales reflexiones contienen aspectos como: desde qué perspectiva teórica se llevarán a cabo, cuáles son los postulados de esa teoría, en qué se fundamentan pedagógicamente tales procesos, y cuáles serán los fundamentos pedagógicos que permiten esa enseñanza y aprendizaje de la lectura y la escritura. En otras palabras, se reflexiona en sí sobre el acto educativo. No obstante y en un sentido muy específico, cómo enseñar a leer y escribir y lograr el aprendizaje de dichos procesos, en los estudiantes, es la idea central que intento desarrollar en este texto.

Las teorías de aprendizaje, dictaminan las directrices para abordar los procesos de enseñanza. Cada una señala aspectos específicos en la adquisición de conocimientos según sus postulados centrales, su objeto de estudio y las características que según ella tenga ese objeto. Entre los principales paradigmas o teorías se encuentran: el conductismo y el cognitivismo. Cada una hace una caracterización de cómo los sujetos aprenden.

Por un lado, en el paradigma conductista el aprendizaje se define como “la adquisición de conocimientos para guiar la conducta” (Marcos, 1996:292) y según Tolman (citado en Marcos, 1996) “consiste en la adquisición de información acerca de cómo se relacionan entre sí los hechos ambientales más que en la conexión de respuestas con estímulos”. En dicha relación no se estudia la reflexión ni la conciencia, porque interesa explicar cómo se responde a un estímulo, un proceso mecánico. A diferencia de estos postulados en la teoría cognitivista se define el aprendizaje como:

…el proceso mediante el cual, cuando se expone a un animal a ciertas relaciones entre eventos, se forman unas representaciones, de estos eventos, y establece asociaciones entre ellos, con la consecuencia de que la conducta del animal cambia de ciertas maneras especificables (ob. cit., p. 298).

Según Dickinson (citado en Marcos, 1996) “el aprendizaje consiste en la adquisición de información sobre la organización causal del entorno” En esta definición se evidencia la importancia de la mente y la reflexión sobre la nueva información que se incorpora al sistema en forma de asociaciones y representaciones. Ahora bien, dentro del paradigma cognitivista nos interesa situar el enfoque constructivista, eje de la enseñanza actual. Bajo este enfoque, el aprendizaje “es un modo particular de construcción del conocimiento en una situación donde hay una intervención intencional externa” (González y otros, 1996:56). Los docentes deben propiciar experiencias en las que los estudiantes construyan el conocimiento, en este caso, específicamente el aprendizaje relacionado con la lectura y la escritura, porque a través de estos procesos niños y niñas podrán conocer nuevas representaciones del mundo durante la asociación escrita de nuevos símbolos y significados.

La lectura y la escritura son procesos de comunicación, de adquisición y construcción de conocimientos e incluso pueden ser fuentes de recreación y placer. Cuando los niños comienzan la escuela tienen previamente una idea de lo que es leer y escribir. “La actitud del niño frente a la lectura depende, en gran medida, de la actitud que haya visto en su hogar frente a los libros y de la manera como le enseñan a leer en la escuela” (Charría y González, 1987:23). Si se considera que la lectura y la escritura son procesos que se construyen en la interacción con los textos, que además son proporcionados desde el ambiente por la familia como primer entorno social y luego en la escuela, se está privilegiando un paradigma cognitivista y considerando en éste, un enfoque constructivista del aprendizaje. Por consiguiente, es importante destacar que la lectura y la escritura a pesar de que se relacionan, son procesos diferentes. No se deben igualar; por tal motivo, prácticas educativas como el dictado para evaluar escritura son erradas y no están en concordancia con los planteamientos constructivistas del aprendizaje. El estudiante, en este sentido, no es un agente pasivo que ejerce una tarea mecánica caracterizada por la transcripción de lo que escucha, y actividades como las planas (ejercicios caligráficos sin sentido), están en definitiva contradicción con los postulados de construcción del proceso de escritura.

Al enseñar a leer y a escribir a los alumnos, se tiene que ser coherente con la corriente teórica en la cual se enmarca la praxis educativa. Además, se debe conocer la lengua, pues no se puede enseñar lo que no se conoce, ni mostrarla con un verdadero sentido y practicidad. Esto no es más que, enseñar el sentido funcional de la lengua oral y la lengua escrita. Con respecto a ello, Lerner (1994), ha planteado:

… el desafío es formar usuarios competentes de la lengua escrita… Es formar lectores que sabrán elegir el material escrito adecuado para buscar la solución de problemas que deben enfrentar… formar seres críticos, capaces de leer entre líneas y de asumir una posición propia (p. 33).

Con lo anteriormente referido por la autora, se introduce la idea de la función social del lenguaje. Dado que esa lectura y escritura que se pretende enseñar desde el preescolar y la escuela tienen un fin funcional para aquel que aprende, cuando se lee no se está simplemente decodificando. En el acto de leer existen procesos más complejos a nivel cognitivo como la reflexión y comprensión del escrito para adquirir conocimientos. Por su parte cuando se escribe, no se está únicamente transcribiendo un código. Al escribir existe una idea, existe algo que comunicar o dar conocer. Es así como desde la escuela, la enseñanza de la lectura y de la escritura se deben enfocar con un único sentido: el sentido funcional.

Desde los primeros niveles educativos como el Preescolar, área en la cual me desenvuelvo desde hace tres años, debe estimularse el lenguaje oral y escrito de los alumnos, a partir de la experiencia y los conocimientos previos que traen ellos consigo. En el Currículo de Educación Inicial (Ministerio de Educación y Deportes, 2005b), se define la lectura y la escritura como instrumentos de información y comunicación. Para la iniciación de niños y niñas en tales instrumentos se plantean elementos teóricos y prácticos bajo un enfoque constructivista social, en el que los estudiantes aprenden dentro de un ambiente, interactuando con sus pares, adultos en actividades centradas en diferentes temáticas. Las actividades que contemplan leer y escribir conducen al desarrollo progresivo de estos procesos. Por esa razón, debemos presentar a niños y niñas diversidad de materiales escritos y en la forma de textos reales como: cuentos, periódicos, fotos, libros, recetas, diccionarios. Con promoción de una práctica social en forma activa, y situaciones realmente significativas, podemos favorecer en un entorno informal y lúdico la exploración, la experimentación, la comunicación y los intercambios de saberes (Ministerio de Educación y Deportes, 2005b)

Dado que hay que estimular el lenguaje desde los primeros niveles educativos y a partir de experiencias que los niños y las niñas traigan consigo, se pone de manifiesto uno de los aspectos fundamentales en la didáctica de la enseñanza, el aspecto lúdico, como elemento cotidiano, propio de los niños. El juego es una característica primordial para generar el proceso de enseñanza, sobre todo en los niveles iniciales de la educación. Para los niños, el juego “Constituye una actividad vital...es su forma espontánea de ser y de actuar, exploran, inventan, disfrutan, descubren y aprenden” (Ministerio de Educación y Deporte, 2005a, p.74). Al jugar también con el lenguaje, los niños aprenden a disfrutarlo a “darse cuenta de las posibilidades que tiene y desarrollar la propia conciencia lingüística” (Reyes, 2001:2). Al dar a las actividades de enseñanza en el preescolar ese sentido de utilidad del lenguaje para situaciones cotidianas, se favorece la construcción y constitución de un proceso natural y afectivo de lectura y de escritura en los niños.

Particularmente y bajo este último planteamiento de la utilidad del lenguaje, considero que he tratado de guiar mi práctica educativa como maestra en la Educación Inicial. Propongo actividades en las que los niños encuentren esa utilidad del lenguaje para construir su proceso de lectura y escritura. He presentado actividades en la que niños y niñas han estado en contacto con diversidad de textos escritos, (e.g., canciones, recetas, adivinanzas, elaboración de cartas, carteles, microexposiciones, obras con títeres, cuentos, fábulas y juegos de palabras como bingo). He corregido actividades que desvirtúan el uso del periódico al recortar letras o palabras como bien opinan Kaufman y Rodríguez (1993). En cada una de las actividades desarrolladas en aula busco que los niños interactúen con el material impreso, se apropien del mismo, lo relacionen con los que ya conocen y hago énfasis en el para qué sirve cada texto.

Finalmente y luego de plantear algunas consideraciones sobre cómo debe iniciarse la enseñanza de la lectura y la escritura en el preescolar, quisiera retomar la información sobre qué debe entenderse por leer y escribir en este nivel: (1) Considero que debe abordarse la enseñanza y aprendizaje de la lectura y escritura bajo el paradigma cognitivo, porque cuando se lee o se escribe hay un procesamiento de la información; (2) Cuando hemos adquirido un cierto dominio de los procesos de lectura y escritura podemos llegar a hacer metalingüística, es decir, reflexionar sobre cómo leo y escribo para mejorar Fraca de Barrera, Maurera y Silva (2002); (3) El enfoque en el que debe enmarcarse la enseñanza de la lectura y la escritura pudiera ser constructivista; (4) De la calidad de la interacción con los textos escritos dependerá la apropiación efectiva de la lectura y la escritura de niños y niñas; (5) Por otra parte, aquellos niños y niñas que ya sepan leer en el nivel, estarán en constante búsqueda de significados de estas actividades porque ”toda lectura es interpretación y lo que el lector es capaz de comprender y de aprender a través de la lectura depende fuertemente de lo que el lector conoce y cree antes de la lectura” Goodman (citado en Ferreiro y Gómez, 1996:18); (6) La escuela y, por ende, los docentes somos responsables, en gran medida, del avance o no de los estudiantes en materia de lectura y escritura; y (7) Las actividades con los niños deben favorecer el acercamiento a diferentes tipos de textos funcionales. No obstante, para lograr alguno de estos planteamientos es necesaria la constante actualización del docente. El docente debe conocer eficientemente su lengua, tanto oral como escrita, para conducir una enseñanza efectiva.

Puedo, asimismo, referir que los fundamentos pedagógicos sobre la lectura y la escritura los forja cada docente en la medida que conozca la lengua. En relación con esos aspectos que hacen posible asumir unos claros fundamentos pedagógicos para guiar la enseñanza de la lectura y la escriturara, aquí se han mencionado algunos, por ejemplo: centrarse en una teoría que sustente la práctica educativa, que las actividades vayan de la mano con esa teoría para que el maestro se sienta identificado, planificar es una tarea determinante para favorecer la enseñanza en general y, en este caso, el proceso de lectura y escritura de los estudiantes. Es importante no olvidar el aspecto lúdico como característica primordial en el aprendizaje de niños del preescolar y que tanto la lectura como la escritura son procesos diferentes y como tales deben abordarse integralmente para lograrlos. Por ello, cada vez me convenzo de la importancia de dar a conocer los aspectos estructurales de la lengua, hacer ver al niño que es un “vehículo de pensamiento y del conocimiento” (Fraca de Barrera, 1997:57) En síntesis, es responsabilidad del docente enseñar que el lenguaje en sus manifestaciones oral y escrita tiene una función social y nos permite comunicarnos; por esa razón, nuestros niños y niñas deben ser iniciados en este aprendizaje de la lectura y la escritura desde el preescolar.

REFERENCIAS

Charría, A. y González, A. (1987). Hacia Una Nueva Pedagogía De La Lectura. Segunda Edición, Argentina: AIQUE

Ferreiro E. y Gómez M. (1996). (Comps). Nuevas Perspectivas sobre los Procesos de Lectura y Escritura. Madrid, España: Siglo Veintiuno Editores, S.A.

Fraca de Barrera, L. (1997). La Naturaleza de la Lengua Escrita. Revista Letras Nº 54 -55 XXV Aniversario del CILLAB, p. 57 – 77 Caracas, Venezuela: Centro de Investigaciones Lingüísticas y Literarias Andrés Bello

Fraca de Barrera, L., Maurera S. y Silva A. (2002). (Comps). Estrategias Metalingüísticas. Hacia una reflexión de la lengua materna en el aula. Parte I. Cuaderno Pedagógico N° 6. Caracas, Venezuela: Centro de Investigaciones Lingüísticas y Literarias Andrés Bello.

González, V., González, N. y Requena, A. (1996). Pedagogía de la Lectura y Escritura en el Nivel Preescolar. Caracas: Universidad Experimental Simón Rodríguez

Kaufman, A. y Rodríguez, M. (1993) La escuela y los textos. Buenos Aires: Santillana Aula XXI

Lerner, D. (1994). Capacitación en Servicio y Cambio en la Propuesta Didáctica Vigente. Revista Lectura y Vida, Nº 3 Año 15, p. 33 – 54. Buenos Aires

Marcos, J. (1996). Claves de la Psicología del Aprendizaje Actual. Revista de Psicología General y Aplicada, N° 49 (2), p. 291 – 307. Universidad de de la Coruña

Ministerio de Educación y Deportes (2005a). Currículo de Educación Inicial. Bases curriculares

Ministerio de Educación y Deportes (2005b). Currículo de Educación Inicial. Lenguaje Oral y Escrito

Reyes, S. (2001). Enseñanza – Aprendizaje de lengua: El juego ¿un método nuevo? Revista Psicodidáctica [Revista en línea], 012. Disponible: http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/175/17501204.pdf [Consulta: 2006, Octubre 10]

lunes, 23 de noviembre de 2009

Resumen comentado




Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas
Subprograma de Especialización en Lectura y Escritura
Curso: Fundamentos Pedagógicos de la Lectura y la Escritura[1]
Profesora: Angélica Silva


BEATRIZ BRITO
COHORTE: 2009 III

RESUMEN COMENTADO

I. REFERENCIA

Fraca de Barrera, L., Maurera S. y Silva A. (2002) (Comps). Estrategias Metalingüísticas. Hacia una reflexión de la lengua materna en el aula. Partes I y II. Cuadernos Pedagógicos N° 6 y 7. Caracas, Venezuela: Centro de Investigaciones Lingüísticas y Literarias Andrés Bello.

II. VOCABULARIO ESPECIALIZADO

· Estrategia: “camino que se traza intencionalmente para el logro de un objetivo” (p. 7, en Cuaderno Pedagógico Nº 6).
· Metalingüística: Pensar y reflexionar sobre conocimientos referidos a la estructura y funciones de la lengua.
· Metatextual: Conocimiento y reflexión acerca de la superestructura de un texto, es decir, de la organización del texto.
· Metafonológica: Conocimiento y reflexión de los sonidos de una lengua.
· Metaortográfica: Conocimiento y reflexión acerca de normas para el uso de letras y signos de puntuación.
· Metaescritural: Conocimiento y reflexión acerca de los procesos de escritura, de la composición escrita, y de cómo escribir.
· Morfosintáctica: “relaciones de concordancia entre las diferentes categorías de palabras que conforman la oración” (p.13, en Cuaderno Pedagógico Nº 7).

III. RESUMEN

El IVILLAB (Instituto Venezolano de Investigaciones Lingüísticas y Literarias Andrés Bello) del Instituto Pedagógico de Caracas, publica una serie de Cuadernos Pedagógicos con los cuales la institución da apoyo teórico a los docentes, especialmente, en lo referente a la lengua materna y literatura. En la primera de las áreas, la lengua materna, se encuentra la publicación titulada Estrategias Metalingüísticas. Hacia una reflexión de la lengua materna en el aula. En dicha obra se recopilan investigaciones de estudiantes de la maestría en Lectura y Escritura del Instituto Pedagógico de Caracas para el año 2002. Las investigaciones realizadas en estrategias metalingüísticas pretendieron corroborar si una didáctica sustentada en la reflexión del lenguaje en sus distintos niveles, podría mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje de la lengua materna. De allí que, en la publicación encontramos una organización de la información como sigue: (a) introducción, (b) texto de referencia escrito por Lucía Fraca de Barrera titulado “Hacia la definición de una didáctica metalingüística”, y (d) presentación de investigaciones por autor, basadas en la aplicación de estrategias metatextuales, metafonológicas, metaortográficas, metaescriturales, y morfosintácticas. Finalmente, cada estrategia presenta una estructura para su desarrollo; ésta es de la siguiente manera: objetivo, presentación y justificación, descripción, indagación del conocimiento previo de los estudiantes, aplicación de la estrategia, conocimiento integrado por parte de los estudiantes al participar del aprendizaje en la estrategia, recursos y resultado de la aplicación e interpretación.

IV. COMENTARIO CRÍTICO

Después de leer Estrategias Metalingüísticas. Hacia una reflexión de la lengua materna en el aula, quedo convencida de la existencia de distintas posibilidades para abordar la enseñanza y el aprendizaje de la lengua en los distintos niveles educativos. Los docentes deben estar verdaderamente comprometidos ante tal fin, para dar un paso más a favor de dichos procesos. Al adentrarnos en las estrategias metalingüísticas como una de esas posibilidades, se aprende a reflexionar sobre la lengua materna. Ello ofrece, asimismo, la oportunidad de pensar acerca de nuestro propio conocimiento lingüístico, y al ponerlo en práctica, nos permite mejorar de manera integral tales aspectos teóricos y prácticos. El desarrollo de nuestras competencias comunicativas, desde los primeros niveles de la educación, debe asegurar que seamos personas capaces de desenvolvernos en sociedad de lenguaje. El manejar nuestra lengua y llegar a un nivel de independencia nos permite forjar nuestras propias ideas sobre el mundo.

Es importante que en los salones de clase se den espacios para que los estudiantes pongan en práctica dichas estrategias metalingüísticas. No obstante, estas actividades deben contribuir al logro de pensar cómo hablo y cómo escribo. Como se muestra en la obra analizada, el aspecto lúdico en las actividades desarrolladas con los estudiantes es fundamental, para que el aprendizaje se propicie, inclusive el aprendizaje de naturaleza lingüística.

Para finalizar, considero importante resaltar que la preparación teórica del docente en cuanto a la lengua es esencial, para poder guiar y llevar a cabo una didáctica más pertinente. Los estudiantes se están formando y el docente debe estar preparado para favorecer la calidad de la enseñanza. No se puede enseñar lo que no se sabe, por lo menos no de la manera idónea. Si no se conoce en este caso de lengua, y se enseña lengua, se puede desvirtuar ese aprendizaje, y posteriormente los estudiantes irán acarreando un sinfín de errores que les perjudicará en distintos aspectos de su vida escolar, el laboral, o el social. Los docentes tenemos la obligación de formarnos para educar.

[1] a) Primera versión octubre 2006-II. El formato del resumen comentado aquí presentado es una adaptación de la estrategia para la enseñanza de segundas lenguas “Reading Reaction Journal.”
b) El desarrollo de esta estrategia ha sido pensada en el marco de las actividades de docencia e investigación de la Cátedra UNESCO sede UPEL, para el mejoramiento de la calidad de la enseñanza de la lengua materna y la formación docente.